Política

Parnás: “El supuesto recorte de la coparticipación no es más que una mentira para cargar sobre los santiagueños todo el peso de la crisis”

El legislador de JxC utilizó datos oficiales del ministerio de Economía de la Nación para sostener que las transferencias automáticas de coparticipación no se interrumpieron, sino que incluso alcanzaron cifras históricas en lo que va de 2024. Apenas un 20% de lo que se recibió en mayo fue utilizado para pagar sueldos. ¿Adónde fue a parar el resto?

  • 07/06/2024 • 07:09

El diputado provincial de Juntos por el Cambio, Alejandro Parnás, refutó con datos oficiales las afirmaciones del gobierno provincial con respecto a los recortes que aduce soportar de la Nación, para trasladar las consecuencias de la crisis a los santiagueños.

 

El gobierno de Gerardo Zamora recibió $568 mil millones de coparticipación nacional en lo que va del año 2024. “Un monto que equivale a un año y dos meses de sueldo para todo el personal de la administración pública provincial, a los valores de la última recomposición salarial”, destacó el legislador.

“Los números son claros y contundentes –remarcó- y pueden ser consultados por cualquier persona en Internet y derriban una de las tantas mentiras que se vienen repitiendo  desde el gobierno provincial sobre el supuesto recorte de fondos coparticipales que le corresponden a Santiago del Estero”. La fuente es ni más ni menos que el ministerio de Economía de la Nación, donde se pueden corroborar las estadísticas (https://www.economia.gob.ar/dnap/recursos.html).

Parnás señaló que “algunos han llegado a decir que a Santiago del Estero no estaba llegando ni un peso de la coparticipación, lo cual es imposible. Básicamente por dos razones: primero, porque la coparticipación es automática, se rige por ley y no puede ser recortada y mucho menos suspendida. Y en segundo lugar por la dependencia extrema del gobierno santiagueño con respecto a los fondos nacionales. De hecho, de cada 10 pesos que se gastan en la provincia 9 se financian con la coparticipación, lo que significa que sin esos recursos la provincia directamente se paralizaría”.

El diputado planteó como interrogante qué hace el gobierno provincial con ese dinero, ya que se desentendió de amortiguar los efectos de la crisis económica en su población: “Si tomamos la coparticipación del mes de mayo, en el que se ha llegado a la cifra récord de $198 mil millones y le restamos el pago de sueldos que equivalen a $40 mil millones, resulta que ese mes el gobierno santiagueño le han sobrado $158 mil millones. Si sólo el 20% se gastó en salarios, ¿en qué se invirtió lo demás?”.

 

A eso se debe añadir que el gobierno mantiene depósitos en plazos fijos que superan a casi todas las demás provincias, con casi $100 mil millones, más ahorros de al menos 34 millones de dólares.

“Queda claro entonces que el supuesto recorte de la coparticipación no es más que una mentira que se viene usando sistemáticamente para cargar sobre los santiagueños todo el peso de la crisis”, concluyó Parnás.

Evidencia de esto es que en noviembre del año pasado quitó el subsidio provincial a la energía eléctrica y ya en 2024 dio luz verde a un brutal incremento de transporte público. Tampoco respondió a la quita del Fondo Nacional de Incentivo Docente ni Conectividad, que retacearon los salarios de maestros. Ni siquiera quiere asumir el costo del Programa Incluir Salud, con prestaciones para beneficiarios de pensiones. Lo curioso es que otras jurisdicciones supuestamente menos superavitarias absorbieron esos recortes.

En casi 20 años de hegemonía, el zamorismo tejió una red de subsidios nacionales para sostener obras y programas, mientras utilizaba su presupuesto para financiar negocios como el turismo deportivo VIP, ya que ni siquiera utilizó esos excedentes para mejorar los sueldos estatales.

La coparticipación primaria –que es automática- la recibe religiosamente, mientras que lo que se vio afectado es la secundaria –consistente en transferencias discrecionales- que solventaron subsidios y programas en la provincia, a cambio de favores políticos en el Congreso Nacional. Esta segunda parte de los fondos coparticipables sí se vio afectada, pero Zamora dejó librados a su suerte a sus gobernados, en vez de utilizar sus propios recursos para funciones esenciales. Su estrategia de culpar de todo a la administración central comienza a hacer agua.