Economía

Sigue la Maquinita: El miercoles define el gobierno la emisión de billetes de 5 o 10 mil pesos

Una situación engorrosa en medio de un clima financiero y económico caliente

El escenario cuenta con un elemento más insólito aún: el último anuncio oficial del Banco Central en ese sentido, en mayo pasado, confirmó que la autoridad monetaria y la Casa de la Moneda trabajaban en una nueva línea de billetes. El objetivo del cambio era entonces reemplazar a los animales autóctonos de la serie actual para volver a ubicar a próceres y figuras públicas, pero se descartaban billetes de mayor denominación. Desde el entorno de la vicepresidente Cristina Kirchner se decía que billetes de mayor denominación significarían convalidar una mayor inflación, un argumento de escasa consistencia intelectual y que fue largamente superado por los hechos.

Entre los países más próximos el billete de mayor denominación de Uruguay equivale a 51,80 dólares. Chile, con 22,62 dólares y Bolivia, con 28,95 dólares, son los de valor más bajo.

No es el caso de Perú, que a pesar de sus vaivenes políticos hace más de una década que consiguió vencer a la inflación. Su billete de 200 soles vale 52,33 dólares. En Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, el papel de 200 reales equivale a 38,41 dólares.

Cuando comenzó a circular el actual billete de $1.000, el 1° de diciembre de 2017, el dólar valía $17,55, por lo que el mayor billete argentino servía para comprar 56,90 dólares. La inflación de ese año fue 24,8 por ciento. Una discusión encendida por entonces no era sobre su poder de compra sino sobre su ilustración: un hornero, en el marco de la línea de imágenes de animales que reemplazó la tradición de los próceres.

La erosión del poder adquisitivo del billete desde su salida a la calle muestra el efecto deletéreo de la inflación. En 60 meses, desde diciembre de 2017 a diciembre de 2022 la inflación acumulada fue de un abrumador 825 por ciento. Ergo, para preservar el poder adquisitivo que tenía al nacer, el billete de mayor denominación debería multiplicar su valor nominal por 9,25 para seguirle el ritmo a la suba de los precios al público. Esto es, debería ser de 9.250 pesos.

Según datos del Banco Central, en el presente los billetes de $1.000 son los de mayor circulación, por encima del 30% del total “físico”, algo insólito habida cuenta que estas emisiones son, además, las de mayor valor en el universo del efectivo. Al ser los billetes más caros también los que más circulan, también es creciente el monto que representan dentro de la masa de dinero y fuerza a los comercios a contar con grandes cantidades de “cambio”. El billete de $1.000 explica hoy el 70% de la circulación monetaria del país, una verdadera anomalía.

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