
EL DESALOJO DE UNA FAMILIA DE FORRES Y LAS CONDICIONES HUMANITARIAS MOVILIZÓ A ONG AMERICANA
Por el caso, el embajador Armando Valladares y el abogado Marcel Feraud se reunieron con el Vicegobernador Silva Neder y la Ministra Omill
Integrantes del Instituto Interamericano para la Democracia de USA, think thank, privado sin fines de lucro, cuyo objetivo es la promoción y difusión de los valores de la libertad, la democracia, los derechos humanos y la institucionalidad en las Américas, visitaron Santiago del Estero.
El caso denunciado en los Estados Unidos de América fue motorizado por los abogados de la familia de Manuel Asencio Ardiles, poblador de la localidad de Chaguar Punco en el departamento Robles.
Por ese motivo arribaron a la provincia, el embajador Armando Valladares y el abogado Marcel Feraud en representación de INTERAMERICAN INSTITUTE FOR DEMOCRACY con sede en Miami (USA). Ante el caso Ardiles, los visitantes fueron recibidos por el vicegobernador de la provincia, Dr.Carlos Silva Neder y la Ministra de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, Dra. Matilde Omill. Valladares y Feraud interiorizaron a los funcionarios sobre el hecho considerado de : "extrema gravedad por cuanto se deben tener en cuenta los fundamentales derechos que le asisten a la familia Ardiles que deben ser atendidos cuanto antes" según declararon.
Mas adelante , Valladares y Feraud dijeron que se llevan a USA a los efectos de ser analizado por los equipos técnicos todo el material recopilado en la provincia de Santiago del Estero mas el compromiso de las autoridades locales de arbitrar los medios que permitan enmendar lo acontecido con la familia .
Consultados si este hecho será oportunamente puesto a consideración de ser necesario ante Human Rights Watch , el cuerpo de asesores de la Secretaría de Estado de USA y la OEA ( Organización de los Estados Americanos) respondieron de manera afirmativa por lo cual : "abrigan la esperanza se puede encontrar una respuesta a la familia Ardiles que hoy lamentablemente se encuentra en una situación que no se condice para nada con el irrestricto respeto por los derechos humanos" precisaron
Los hechos denunciados
Manuel Asencio Ardiles antes de padecer un severo cuadro de salud y su familia estaban guareciéndose en un polideportivo de la municipalidad de Forres. Fueron desalojados de su vivienda y su campo, en el paraje Chaguar Punco, por orden del juez Pedro Carlos Juri, a instancia de Federico López Alzogaray, quien es el presidente del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Santiago del Estero.
En 1977 el padre de Ardiles, que se llamaba igual que él, obtuvo el título de propiedad sobre el campo de 30 hectáreas mediante un proceso de posesión adquisitiva veinteañal. Su hijo, que ahora tiene 64 años, vivió ahí toda su vida hasta el 4 de mayo. En 2018 el juez supremo, que no vive ahí, presentó una demanda reclamando este terreno con el argumento de que tenía derechos hereditarios que provenían de una merced otorgada a un antepasado suyo por la gobernación del Tucumán en 1747.
Según informó la familia, cuando se entabló este conflicto judicial, el abogado Juan Parra, que representa a Ardiles, presentó copias certificadas e informes del Registro de la Propiedad Inmueble que acreditan que el campito “se encuentra inscripto a nombre de su padre, su homónimo Manuel Asencio Ardiles, desde el año 1977, por haber tramitado su prescripción adquisitiva veinteañal. Es decir, poseía título perfecto”. Sin embargo, el juez de primera instancia ordenó el desalojo, e incluyó en esta medida a un hijo de Ardiles, Adrián Ardiles, que vivía en otra casa y sobre quien no se había entablado la demanda.
Ardiles, su esposa, María Luisa Juárez, y un hijo fueron alojados en el polideportivo de Forres, y Adrián, su compañera, Juliana Farías, y dos hijitos, en un salón comunitario en Forres, el pueblo más cercano a Chaguar Punco, en el departamento Robles.
Juliana Farías contó que el desalojo se llevó a cabo sin aviso previo. En su caso, estaba sola con sus hijos cuando llegaron policías (incluso miembros de Infantería) en un colectivo y cinco móviles y otros dos móviles de Seguridad Vial. En el micro llegaron “más de 50 miembros de Infantería de la policía de la provincia sumado a los móviles y miembros de las comisarías de Forres, Fernández y Beltrán. Es decir más de 100 miembros. Lo cual nos demuestra que esta decisión había sido tomada, ya con anterioridad”, se sostuvo en el comunicado.
La Policía se encargó de “asegurar el orden” mientras unos ocho hombres de civil (Farías dijo que eran peones de López Alzogaray que llegaron en una camioneta) sacaron los muebles y destruyeron las viviendas. Primero fueron a la casa de Manuel Ardiles y luego a la de su hijo y nuera.
Seguridad Vial cerró el camino de acceso a las viviendas: “No dejaban pasar a nadie, ni familiares, ni vecinos, ni nadie, para que no intervengan en el procedimiento que estaban haciendo ellos, ni al abogado lo han dejado arrimarse”.
Farías dijo que solo pudo observar los desalojos, no vio el procedimiento en el ingreso, “porque a nosotros no nos han dejado salir y tampoco entrar”. “En el desalojo ningún familiar ha podido intervenir ni hacer nada”, añadió.
Toda la vida en el campo
“Ellos han vivido toda su vida en el campo”. “Siempre han sido personas de agricultura, de criar, del algodón, de la alfalfa, de todo”, dijo Farías sobre Ardiles y Juárez.
El comunicado que difundió la defensa de la familia campesina detalló que se dedicaba a la cría de ganado menor, para lo que ocupaba 23 hectáreas, mientras que en las otras siete hectáreas, donde estaban las casas, cultivaba alimentos para estos animales y para el consumo propio, con riego por acequia, para lo que Ardiles pagaba un canon, pero luego tampoco contó con el agua porque López Alzogaray logró que el canon quedara a su nombre. “A lo largo de toda su vida, nunca recibieron reclamación alguna sobre sus derechos sobre el inmueble”, se destacó en el comunicado.
Hasta que en 2018 un oficial de justicia les notificó que López Alzogaray, propietario de un campo vecino, había presentado una demanda de reivindicación en su contra y “de oficio, el juez había otorgado una medida cautelar innovativa, por lo cual se los desposeía de 23 de sus 30 has. Sin haber tenido aún la chance de ser oído”.
A pesar de que la demanda fue contestada “en tiempo y forma. En un proceso excesivamente sospechoso, carente de igualdad y viciado por (…) arbitrariedades”, como el hecho de que no se permitió la intervención de los demás ocupantes del campito, la esposa de Manuel ni sus hijos Adrián y Nancy Ardiles, que habían construido sus casas en el mismo inmueble, el juez actuante ordenó que la propiedad quedara en manos del presidente del Superior Tribunal.
Esta sentencia fue apelada, y fue rechazada; la defensa presentó entonces un recurso de casación que también fue rechazado “en tiempo récord”. El expediente regresó al Juzgado de origen donde se ordenó el desalojo, que también fue recurrido mediante dos presentaciones denegadas “in limine” y se ordenó el desalojo. En estos últimos recursos el abogado adujo que existía un error, ya que se ordenaba el desalojo de “núcleo familiar y/o cualquier ocupante” cuando el mismo juez había privado a Juárez y a sus hijos de responder la demanda.
En su momento Nancy Ardiles, que fue desalojada en 2020, interpuso un recurso de casación en contra de la negación al ejercicio de su derecho de defensa en juicio dispuesta por el juez Juri. Este recurso, que debe ser definido por el Superior Tribunal de Justicia que preside López Alzogaray, aún no fue resuelto.
Entre otras acciones, el abogado de Ardiles presentó una nota ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, manifestando todas “estas arbitrariedades y abuso de poder, el estado de inseguridad jurídica y la gravedad institucional que vive la provincia, que puede generar uno de los peores antecedentes en un estado democrático, porque esta persona no ha tenido ningún reparo para el uso de sus posición de privilegio y la supremacía de él sobre sus jueces dependientes”, sostuvo en declaraciones a Canal 7 de Salta quienes también se interiorizaron sobre el hecho. La defensa también se reservó la posibilidad de recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por violación de la Constitución Nacional y los pactos internacionales de los que Argentina es parte.
Video de la conferencia de prensa ofrecida en Santiago del Estero